Os pongo en situación. 1945, el ejército rojo esta a tan solo 11km de Berlín y justamente empieza el ataca sobre un pequeño terreno protegido y habitado por una comunidad Changeling. En una pequeña habitación casi sin protección alguna, unos cuantos gruñones se reúnen entre el griterío de los humanos fuera intentando entrar y el llanto de los nuestros aterrados por el final de una de sus tantas vidas.
Los gruñones hablan a voces: “Debemos darles lo que nos queda de glamur a los jóvenes y darles tiempo para que huyan”. Todos están de acuerdo. Laard, él barba gris más viejo de todos los presentes y no por eso el más gruñón se acerca a los suyos, a la joven Minka y al joven Klauss. Pero entre todo el caos al viejo solo se le ocurre decir que cuiden de los más pequeños y ayuden a todo aquel que lo necesite pues esa es nuestra esencia.
Todos los jóvenes se marchan, se van corriendo, mientras que todos los gruñones nos quedamos en círculo para un último ataque. Bel'Maraar, mi general dando un último discurso. Las bombas y los disparos suenan cada vez con más intensidad. “Muerte antes que Deshonor” grita Bel'Maraar. “Por el ensueño” grita Aloysius.
Todos nos miramos una última vez. Un viejo Ariant casi consumido por la Banalidad, una joven nocker de nombre Beryllia que no peinas abandonar a sus camaradas, la joven troll Yvette que luchara hasta el final. Tristan ese redcap que perdono a los pooka y ahora lucha porque tengan una mejor vida. Rocket, apoyándonos hasta quedarse sin aliento. Aloysius todavía con las lágrimas en el rostro de despedirse de su reina. Nagore y Sabiño cogidos de la mano y preparados y por ultimo Bel'Maraar con una mirada de determinación y convicción nos lidera hasta la batalla.
Nos posicionamos y de repente ¡Bang! Un disparo atraviesa mi cráneo. Es en ese momento donde me doy cuenta que no he podido despedirme de nadie, que la guerra te obliga a pensar rápido y actuar aun más rápido si quieres sobrevivir o que los demás sobrevivan. Es en ese preciso instante donde me acuerdo de todos aquellos de los que no puede despedirme.
Del joven Mayor Adler, perdón de LA Mayor Kristin que apoyo y aguanto a este viejo hasta el final, solo decirte que nos encontraremos en otras vidas y nos contaremos muchas historias mientras bebemos de mi cerveza.
Los jóvenes Minka y Klauss, gracias, gracias por ayudar a todos aquellos que lo necesitaban, gracias por aguantar los chocheos de este viejo y espero que nos volvamos a encontrar en mejores circunstancias.
Oh Ariant amigo mío, qué decir, a pesar de que te he conocido tan solo en estos horribles años, las conversaciones contigo se hacían a menas, nuestros desvaríos casis filosóficos hubiesen acabado con la paciencia de muchos jóvenes, nos volveremos a ver y quién sabe, quizás la próxima tengamos más tiempo para conocernos.
Bel'Maraar estoy seguro que serás un gran rey en un futuro no muy lejano, simplemente espero estar ahí para verlo y aconsejarte si te hiciese falta.
Autor: Javi Hachas