Las invasiones de Britania por César son dos campañas bélicas contra el sur de la isla de Gran Bretaña conocida como Britania por los romanos. Durante la guerra de las Galias, César invadió la isla en dos ocasiones: en el 55 y el 54 a. C.
La primera invasión tuvo lugar en verano y se desconoce si fue planeada como una invasión a gran escala (si fuera así, fue un fracaso, ya que Roma sólo pudo conquistar la playa de Kent y poco más), o como una misión de reconocimiento.
La segunda tuvo más éxito, y César logró restaurar en el trono de los trinovantes a su aliado Mandubracio, deponiendo a su rival Casivellauno. Aunque César no logró conquistar territorios para la república, Roma contó con sus primeros aliados en la isla e impuso los primeros tributos entre las tribus de Britania.