Atrapados en la Tierra y exilados de Arcadia, los Changelings se han adaptado al mundo humano. Equilibrar una vida mortal con una existencia entre la Estirpe tiene un profundo efecto en la personalidad de un Changeling, pero hay también otros factores. La percepción que sus pares tienen de un duende está muy influida por su edad.
En C20 la mecánica de los aspectos cambia, haciéndola algo más enrevesado a la vez que libre. No queremos que os compliquéis ni que suba la dificultad del juego, es por eso que hemos decidido conservar la mecánica antigua y que el aspecto esté estrechamente ligado a la edad física.
Infantil
Los infantiles, los más jóvenes de la Estirpe, no son siempre tan inocentes o ingenuos como parecen. Aunque físicamente están entre los tres y dieciséis años, muchos son sabios más allá de su edad. Algunos han vivido incontables vidas; simplemente no se dan cuenta de ello en su estado actual. Siendo ajenos a la mayor parte de la vida adulta, a menudo ven cosas en la sociedad de los adultos que sus mayores no pueden.
La maravilla e inocencia de la infancia acerca a los infantiles al Ensueño. La Banalidad les afecta menos que al resto de changelings: viven un cuento de hadas sin fin. Algunos pueden existir en una historia ligeramente oscura o trágica, pero incluso los más severos están bañados en magia. Por desgracia, esto también significa que los infantiles suelen tener problemas para ser tomados en serio por changelings mayores, especialmente aquellos que se preocupan constantemente por el problemático juego de la vida. Los infantiles nobles se encuentran con esta dificultad tanto como los plebeyos.
No será habitual que un Jugador interprete un Infantil, pero aquellos que sí lo hagan disfrutarán de un cierto grado de privilegio en la sociedad de la Estirpe. Serán alimentados, enseñados y animados. Y, como están aprendiendo, a menudo se les perdonarán sus errores. La inexperiencia, sin embargo, los apartará de muchas actividades adultas.
Rebelde
Cualquiera entre los 13 y los 25 años es considerado un rebelde. Normalmente, son desobedientes, taimados y hedonistas. Son con mucho los más numerosos de la Estirpe. Debido a ello, a menudo lidian por ser los líderes tanto de las Cortes Luminosa como Oscura. Después de todo, los infantiles son demasiado jóvenes, y los gruñones obviamente no tienen la energía. ¿Qué otra elección queda?
Conocidos por sus maneras arrojadas y aventureras, los rebeldes adoran ser jóvenes. La cultura mortal les fascina, especialmente sus aspectos creativos. Su perspectiva de la creatividad se hace más aguda, y el Glamour de la música, las películas o cualquier cosa de moda les atrae como a polillas a una llama quimérica. Cuando las llamas de la creatividad los consumen, se dan realmente cuenta de lo que significa estar vivos.
Esta llama puede a veces ser demasiado arrebatadora. Quemarse es el mayor temor de un
rebelde. No quieren perderse ni un segundo de su existencia encantada. Después de todo,
crecer trae consigo la Banalidad y finalmente el Deshacer. Los rebeldes más extremistas preferirían morir a perder los recuerdos de lo que significa ser joven y duende.
Gruñón
Los gruñones son los “mayores” de la sociedad feérica. Habiendo perdido la inocencia de sus primeros años, pueden volverse irascibles y amargados. Les faltan los placeres y el Glamour de la juventud. Como la Estirpe es muy sensible a la Banalidad, la edad destruye su idealismo conforme envejecen. El gruñón medio sigue siendo menos banal que el mortal medio, pero para los estándares de la Estirpe, resultan cabezotas y serios... y actúan en consecuencia.
Uno de cada veinte Changelings es un gruñón. Prefieren que les llaman barbasgrises, pero el nombre “gruñón” ha cuajado entre infantiles y rebeldes. A finales de la veintena, la mayoría de los barbasgrises caen bajo el yugo de la Banalidad y pierden su esencia feérica. Los más desafortunados son Deshechos: pierden todo recuerdo de sus vidas como changelings. Si un barbagrís consigue evitar este destino durante largo tiempo, gana sin duda una gran sabiduría.