La expedición comenzó frente a un pequeño asentamiento encontrado en el fondo de un valle, delimitado por dos grandes montañas. La tribu de los Cavernarios habita el lugar. Una tribu déspota, sangrienta que lleva al límite sus esfuerzos por comer carne humana. Hombres sin humanidad que utilizan a sus mujeres como incubadoras y a sus hijos como cazadores. Bestias que solo creen que su alimento enriquecerá su alma si el ser que se disponen a comer sufre y está aderezado por el miedo.
Después del inolvidable desembarco en la selva y la separación del grupo, es innegable que este enfrentamiento no era esperado. Todos son conscientes de los horrores de la selva pero a su paso, una amazona de la profundidad de la selva quiere advertirles y ayudarles en su camino, ya que comparten un enemigo en común. Elonya indica al grupo de héroes que la única manera de llegar a los muelles es atravesar ese valle y ella quiere acabar con su reina por rencillas del pasado.