¡Alabado sea el Señor en toda su Gloria! Pues es Él quien nos ha proporcionado todo cuanto tenemos y necesitamos. Es Él quien vela por nosotros cada noche de oscuridad, quien nos envía sus advertencias y quien nos bendice con todo lo bueno de su creación.

¡Leed con atención hermanos! Nuestro Mesías ya no se encuentra en la ciudad. El portador de paz y poder ha marchado para una sacra misión fuera de nuestros límites. Nosotros pecadores cometimos un gran error: la confianza, la envidia… el orgullo… Nos ha llevado a intentar extender nuestras Tierras Santas más allá de nuestro límite… y nos ha devuelto un duro golpe para que aprendamos la lección.

Éramos 40 y enviamos a 15 al exterior. ¡A promulgar tu palabra Señor! A ensalzar la figura de nuestro Mesías y a transmitir la nueva a todos los que no comprenden la realidad… Ya sea por unos o por otros hemos sido cazados y mermados. Nuestros pobres misioneros… entre los cuales se encontraban los nuevos integrantes que se unieron a nosotros esta Semana Santa han sufrido un destino temible.

Perseguidos, apaleados, mutilados, extorsionados y asesinados… Ningún hombre que predica el buen ejemplo y el buen hacer merece ese final. Nuestro Mesías nos advirtió de que podía ocurrir si éramos demasiado públicos, o intentábamos extendernos de forma muy rápida… Ahora hemos pagado nuestro error.

Bendice Señor las almas de los piadosos que han intentado difundir tu palabra y han sido masacrados en contra de tus leyes y tus normas por la ignorancia, el desdén, la ira y el egoísmo. Seguiremos a partir de ahora tus designios de forma más cautelosa y comedida, intentando no sucumbir a ninguno de los pecados capitales ni a ninguno de los mandamientos de tu Ley.

Perdónanos Mesías, al cual hemos visto curar del Cáncer con una imposición de manos al enfermo terminal o salvado la vida de la mujer que se desangraba en la puerta de nuestra Iglesia. No somos dignos de tenerte en nuestra presencia, pero una palabra tuya, bastará para salvarnos…

Comenzaremos a enmendar nuestro error teniendo en cuenta las advertencias que nos han dado. ¡Atención hermanos! El demonio anda entre nosotros en nuestra amada ciudad, viste de forma provocativa y luce un pelo color oro a causa de su codicia. Ha adquirido un negocio local declarándolo única zona neutra de la ciudad para todo aquel que quiera ir a él. Así podrá tejer su red de artimañas y engaños contra nosotros y todas las almas que quiera condenar. ¡Conoced hermanos! ¡Conoced a vuestro enemigo! El diablo se oculta bajo la forma provocativa y pecaminosa de una mujer y se hace llamar Jaelle. ¡Repudiadla a cualquier precio! No dejéis que corrompa vuestras almas y os haga sucumbir en el pecado…

Ten piedad de nosotros… y danos fuerzas para combatir al maligno. Dicen las escrituras que en el año 2020 se avecina algo que cambiará el ritmo de nuestras vidas… Ten piedad de nosotros.