El olor del fuego impregnaba el ambiente mientras, en la celebración en el centro de la ciudad, la gente festejaba y reía.
-Hoy es un día especial, hoy el bien vence al mal, hoy la fe vence sobre ese podrido escepticismo. Hoy se controla la corrupción, el mal y las tinieblas.
En el suelo, cinco personas jadean y respiran con dificultad, sendas heridas sangran por su cuerpo.
-Este sitio es importante herejes. Este sitio tiene un ciclo, un ciclo de equilibrio donde nuestra luz tiene la oportunidad de rebelarse, donde el gran vacío no ha llegado todavía del todo.
Uno de los heridos se levanta, ha conseguido fuerzas de la flaqueza y de la sangre. Unas runas brillan en su piel, parece mas una bestia que un hombre. Y al instante se paraliza. Sus huesos se quiebran poco a poco, se retuerce de puro dolor y toma en el aire una figura en forma de cruz.
-No os preocupéis, en la muerte seguiréis sirviendo. Sois los eternos hijos de dios, sois mis caballeros. Sois la guardia de Cáceres.
Mientras los cadáveres ardían, en el otro lado sus espíritus se subyugaban a un antiguo pacto, y el héroe decía para si mismo.
-Puedo, puedo pararlo, puede salvarlos a todos esta vez.
Bienvenidos a Cáceres de Tiniebla
*** Este artículo y sus secciones representan un fragmento de ambientación totalmente ficticio basado en la ciudad de Cáceres. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia siendo los siguientes textos una representación ficticia que no representa a los conciudadanos reales de Cáceres. Es una simple ambientación de Mundo de Tinieblas. ***