Las Hadas en esta época no son como estáis acostumbrados a ver. Aquí todas son puras, sin un receptáculo mortal, mostrándose con cuidado como sí mismas. Es una época en la que Arcadia sigue abierta, que la melancolía no invade los corazones y que el Glamour debe ser manipulado con cuidado por su exceso. 

Las creencias en los mitos, los sueños y la religión son demasiado fuertes en esta época. Tanto que es muy fácil que se materialicen en el Ensueño de forma rápida y que al estar tan interconectados los mundos con unos caminos fáciles de transitar, lleguen a este mundo y el mito se convierta en realidad. Pero no todo puede ser así de perfecto pues, no solo los buenos sueños y los mitos bellos son los que se personifican, sino también las pesadillas y malos sueños.

En cambio, todos vosotros o la gran mayoría de vosotros sois distintos a los demás. No es porque seáis especiales respecto a los demás ni mucho menos, sino porque vosotros sí necesitáis de un cuerpo mortal. La mayoría de vosotros desconoce el porqué, pero se siente y se ve distinto a los Changeling puros y no alcanza de comprender el porqué. Casi todos estáis en un receptáculo mortal, en el cual puede abrirse una crisálida o no y despertar en el interior del humano un Hada.

Esto, en teoría pasará mucho más adelante en el medievo. Todos los Changeling tendrán esa necesidad, pero ahora solo y exclusivamente vosotros. ¿Por qué? Será algo digno de investigar. Mientras tanto, las Hadas puras deben cuidar bien sus apariciones entre los mortales y como utilizar su poder e influencia, pues tienen en sus manos balanzas que pueden hacer que la historia humana cambie.

Pero en Roma hay una Reina que se encarga de regular todo esto. La Tejedora-de-Sueños es cercana a su pueblo, amable y paciente. Sabe que su poder reside en la felicidad de los habitantes de su feudo y es de esta manera, que hasta en los sueños les intenta proteger con su poder. Pero un halo de tristeza siempre

envuelve a la joven regente. Ella siempre se intenta mostrar serena, de una sola pieza, pero a veces su rostro le delata.

Sus súbditos, se preocupan por su querida Reina. Todos ellos han sido partícipes de los sacrificios y esfuerzos que ha tenido que realizar y por supuesto no quieren dejarla a su suerte. Pero unos pocos comienzan a ver que la Corte comienza a debilitarse. Es un momento de alza de Roma, la familia Julia está tomando mucho poder y la ciudad está cogiendo un color de poder absoluto. La Reina tiene grandes amistades entre los Julios y eso puede hacer que el feudo esté aún más afianzado.

También surge el gran problema del fuego del feudo. El revuelo político ha hecho cambiar muchas propiedades de mano, tomar nuevas decisiones y realizar más construcciones, hasta terminar en un ludus. Muchos pensarán que el lugar donde el fuego del feudo se encuentra es demasiado precario, ahora corre un riesgo latente no solo de ser descubierto, sino de ser vulnerable. Esos pocos piensan que la llama azul necesita un nuevo destino dentro del gran feudo de la ciudad de Roma y hay dos claros candidatos: el templo de Vesta, con una guardiana permanente a su lado de origen Changeling y el misticismo del fuego de las Vestales protegiéndolo, el ludus de un lanista también Changeling en el cual residen varios más pertenecientes a la Corte, lugar actual o en la residencia de la Reina.

Sin embargo, la realidad quimérica es bastante más complicada. Algunas campan a sus anchas de forma nocturna por la ciudad, llamando demasiado la atención. Las desbocadas deben ser cazadas y las que aún tienen algo de cordura en su cabeza, deben ser reinsertadas y bien cuidadas en el Feudo para que no recaigan. Este problema azota de forma grave a todos los Changeling y la integridad de su seguridad, sobre todo por las oscuras pesadillas que comienzan a formarse en los callejones con capacidad de hablar y embaucar a los mortales, o incluso de asesinarlos.

Arcadia

En las profundidades del Ensueño yace Arcadia, el hogar de la Buena Gente, los Gentiles, las Hadas. Estos habitantes del Ensueño son historias vivas, criaturas de narrativa a las que se les ha dado libre albedrío e individualidad, que interpretan grandes aventuras en el Ensueño y Arcadia por igual. Nadie sabe realmente qué aspecto tiene Arcadia, o al menos nadie a quien se le pueda preguntar, pero se cree que es un mundo idílico y perfecto, un paraíso para las Hadas.

Arcadia es la tierra natal de todo lo feérico, donde la Banalidad y los cuerpos mortales no son más que pesadillas para atemorizar a los niños. Todos los Changelings tienen al menos algunos recuerdos de haber vivido allí en épocas pasadas, pero ninguno sabe cuánto de esos recuerdos es real y cuánto son ilusiones o anhelos. En cualquier caso, al final tampoco importa mucho: ¿Qué es “real” cuando hablamos de los sueños?

Su acceso es muy limitado, no todos pueden atravesar sus puertas y volver al origen de todo. Llegar al punto medio del Ensueño es muy complicado, más aún atravesar sus puertas en las cuales dicen que se originan auténticos cuellos de botella. Muchos peregrinos intentan volver para verla una vez más con sus propios ojos y otros simplemente quieren recordarla. Pero no todos son aptos para entrar. Las hermanas del Pegaso cuidan sus puertas junto a su fiel guardia y son las que se encargan de que no cualquiera entre. Si bien Arcadia sigue siendo un paraíso inviolable en la mente de la gran mayoría de los Changeling, algunos cambiantes más sensibles o las Hadas puras tienen sueños ocasionales de Arcadia. Aunque estos sueños son exasperantemente brumosos y contradictorios, parecen indicar que el corazón del Sueño pronostica una ruina futura. La mayoría de Changeling no cree esto, por supuesto. Arcadia es eterna en sus mentes. Cualquier sugerencia de lo contrario es una herejía. ¿Arcadia caído? ¡Imposible!

Avalon

Los mortales tienen mil interpretaciones sobre esta isla. Esta es la real con y para el Ensueño. Estrechamente relacionada con las Hadas procedentes de Britannia, Avalon es donde se ha forjado Excalibur, el lugar en el que se cree que Gaia descansó mientras creaba la tierra y la naturaleza y un reino del Ensueño altamente ligado con el linaje Pendragón.

En él reside un mundo idílico y artúrico donde existe lo que existió y existirá. En su interior se pueden encontrar ciudades míticas como Camelot, miembros relacionados o que han pertenecido al linaje Pendragón, así como Hadas que están estrechamente relacionadas con ellos.

Es un lugar equilibrado, donde no hay miedo a la Banalidad como en Arcadia, pero si se debe tener mucho cuidado con la Confusión. Sus habitantes tienen un gran sentimiento de libertad y lealtad a su rey. Actualmente se destacan dos dirigentes en Avalon de forma independiente, siendo Arturo Pendragón el máximo dirigente como rey absoluto de Camelot y Ginebra como líder de las Hadas.

El País de las Maravillas

Este reino del Ensueño está lleno de luz, colores y todos sus habitantes portan la ilusión de existir y realizar sus deberes de forma efectiva. Dividido en muchas partes, el País de las Maravillas es un lugar muy a tener en cuenta, no solo por sus peligros o inconvenientes del camino, sino por la Confusión.

Todos sus habitantes bailan en el limbo de la locura de estar cerca de romper su equilibrio de forma cercana a la Confusión, es lo que les lleva a veces a comportamientos excéntricos e incoherentes, incluso a realizar algunas locuras.

El País de las Maravillas está regentado por la Reina Roja, una déspota que quiere todo en orden y a todo aquello que sale de él, le corta la cabeza.