Hay una fina línea entre el coraje y la estupidez. Los Magos saltan a la comba con esa línea, saltando de la sartén a las brasas con la audacia de una pandilla de adolescentes borrachos con un monopatín, fuegos artificiales, una cámara y una cuenta de YouTube.
Eso es lo más obvio cuando consideras los Otros Mundos, esa variedad de espacios espirituales y dimensiones alternativas entretejidas en lo que irrisoriamente llamamos realidad.
La forma más fácil de dejar el reino terrenal es encontrar un portal a otro mundo, abrirlo y cruzar al otro lado. Esto puede ser tan fácil como abrir la puerta correcta, pero también podría implicar elaborados rituales y permisos antes de que se garantice el paso más allá de esa puerta. Sin embargo, un Adelgazamiento, quizás sea la forma más rara de acceso, es una zona en la que la Celosía (esa capa que separa el mundo terrenal del espiritual) merma hasta casi la inexistencia. Hay otras formas como el Viaje Astral, caminar de lado, morir para cruzar o el descarnamiento y adaptación al vacío. Pero no es solo una cuestión de cruzar, sino a dónde queremos ir y dónde podemos acabar.
A continuación os mencionamos algunas de las zonas que pueden componer la realidad tejidas entre sí. Siempre es preferible que las exploréis durante el juego pero no viene mal algo de sabiduría popular de lo que os podéis encontrar:
· La Penumbra: Piel del Reino. Quien mira da forma a lo visto, por lo que cada grupo de viajeros tendrá una vivencia totalmente distinta del camino recorrido. La Penumbra revela un reflejo sombrío y cubierto de niebla del lado terrestre de la Celosía de esa zona.
· Reino de sombras: Las tres Umbrae. Se suele hablar mucho de los Tres Mundos y mencionados brevemente son la Umbra Alta (reino astral de las ideas), la Umbra Media (reino elemental de la naturaleza) y Umbra Baja (reino mortal de la muerte).
· Zonas. Los sueños toman aquí forma. Las zonas, piezas efímeras de nuestro vasto puzle sideral, vagan a través de los Tres Mundos sin pertenecer a ninguno de ellos. Estas regiones existen en una especie de hiperespacio, separado, pero aún alcanzable. Y para las almas Despertadas y las no Despertadas, estas zonas se deslizan por los bordes y ocasionalmente ocupan un aspecto de la realidad.
· La Red Digital. Un lugar que fue un secreto esotérico durante mucho tiempo y que se ha convertido en la piedra angular del mundo de los mortales. Esta región, teóricamente tan ilimitada como la imaginación humana, comenzó como un sector neblinoso y sin forma que aparecía y se diluía. Sin embargo, en las últimas décadas ha crecido hasta el punto en el que hasta sus más devotos viajeros ignoran dónde acaba, si es que la red de información tiene un final.
· El Horizonte. Hay un punto de demarcación entre lo que conocemos como realidad y la más vasta Realidad más allá de nuestro mundo. Y ese punto suele denominarse el Horizonte. Es una membrana metafísica en torno a las muchas capas de la Tierra y supone una segunda Celosía más gruesa que aísla a nuestro mundo del espacio exterior, y probablemente también protege el espacio de nosotros.
· Espacio exterior: El Universo Profundo. Pasado el cinturón de Asteroides y su Verdadero Horizonte, la Umbra Profunda alberga a los más poderosos Merodeadores y Nefandos, Magos inestables para los confines de la Tierra. La rumorología dice que las Tradiciones y la Tecnocracia se unieron en la Segunda Guerra Mundial para expulsarlos ahí. Sí, hay entidades demoníacas ahí fuera en el Vacío del Cielo, es bien sabido. Al igual que los mares más profundos contienen criaturas demasiado enormes para la tierra seca, por la Umbra Profunda pululan criaturas que se comerían a un gran gigante de aperitivo.
· Retorno a la experiencia interior. Supuestamente, el espacio profundo lleva de vuelta al reino terrenal. Se dice que los viajeros umbrales ocasionalmente terminan en la más oscuras regiones de nuestros océanos y que los viajeros del profundo mar descubren portales al espacio. Una prueba más de que todo está interconectado.
