Hola Britt,

La verdad, no sé por dónde empezar, ni siquiera ser porque estoy escribiendo esto exactamente, quizás porque siento que debo hacerlo.

En fin yo....quería decirte lo mucho que me alegro de que finalmente dejases Pharmathecnic atrás, de que lo hiciésemos todos, o casi todos.

No sé si te habrás fijado pero, la verdad es que desde que acabó lo de Perséfone he hablado poco, incluso he tratado de evitaros un poco en la medida de lo posible.

Podías pensar que solo lo hacía contigo, no es cierto, pero sí que he tratado de hacerlo contigo más que con cualquier otro.

Ahora mismo, no sé qué pensar acerca de nada, pero muy irónicamente y a pesar del lio en el que estamos y de lo mucho que me asusta lo poco preparado que estoy para el mundo que ahora conozco, en lo que más he pensado estos días ha sido en ti.

Al principio, me resultabas alguien fascinante. Siempre alegre, siempre sonriente, siempre inocente. Eras diferente a todo lo que había conocido. Pero después, llegó el día en el que bajé al laboratorio, y allí comprobé que efectivamente, eras diferente a todo lo que había conocido, solo que no del modo que yo pensaba los primeros días tras conocernos.

Me sentí engañado, por todos, por Nathan, por Cesar, por Diana....pero sobretodo me sentí engañado por ti. Quizás sería porque en tu caso quería más que en ningún otro que no fuese cierto, que no fueses así.

Pensé muchas cosas a partir del primer día de laboratorio. Tuve todo el tiempo que te da el hecho de no dormir para pensar.

Intenté pensar en cosas buenas, intenté ver el lado positivo de lo que hacíamos allí, pasé muchísimo tiempo intentándolo, de verdad. Fue inútil.

Ahora quiero mucho a Evelyn, pero eso no cambia nada. Lo que teníais allí abajo eran armas intentando parecer niños. Ya me parece bastante deplorable  traer al mundo un niño esperando que cumpla un objetivo específico que no elegirá él, pero eso......pretender crear niños para que sean armas biológicas...que se maten entre ellos y que no parezca importaros lo más mínimo....

A pesar de todos los empeños que puso Nathan en hacérmelo entender....me parece lo más deplorable que haya visto en toda mi vida. Y no solo eso, no solo fue algo que me ocultasteis hasta que llegue al laboratorio, también quisisteis hacerme parte de eso.

Y a pesar de lo mucho que lo intento ahora, no sé si podré perdonaros eso alguna vez...aunque claro, tampoco podría culparos enteramente por eso, dado que yo no solo fui lo suficientemente cobarde como para no intentar huir antes o avisar a alguien, sino que también lo fui para ayudar en vuestros fines. Aunque me han dicho que mi mancha es más pequeña y aunque nunca estuve de acuerdo con lo que hacíamos, no me siento menos culpable.

Todo esto ahora me hace dudar de mí mismo, porque a pesar de todo eso, aunque hay días que no entiendo del todo porque, sigo pletórico ya que finalmente decidiste acompañarnos en nuestra senda hacia la redención. A pesar de que he intentado evitarte, también me he alegrado cada vez que te he visto.

Quizás con el tiempo, cuando lo tengamos todo más claro, podamos hablar. Debimos haberlo hecho hace mucho, y aunque no sepa cómo hacerlo quiero preguntarte muchísimas cosas, pero me es difícil siquiera pensarlo ahora porque ni siquiera estoy seguro de que siento ahora mismo hacia ti, se lo que me gustaría sentir, pero no sé si lo siento.

Se me ocurren pocas cosas que me gustarían ahora mismo que ver otra vez a la chica que lejos de tener vergüenza, te trataba con la confianza que tiene con un buen amigo apenas tras conocerte, ojala que algún día pueda ser así.

No obstante, ahora estamos todos juntos en esto, y te aseguro que contarás con mi apoyo decidas lo que decidas hacer.

Si lees esto cuando yo pretendo que lo hagas, verás que me he marchado. Necesito espacio, alejarme un tiempo de todo, y pensar...pero intentare que sea poco tiempo.

Volveremos a vernos, no sé cuándo ni dónde, pero aunque no sepa que te diré entonces, si sé que quiero y que haré todo lo posible para que suceda.

Hasta entonces, por favor, cuídate.

Héctor